Es frecuente que debido al peso del pendiente o a pequeños traumatismos se produzca una rotura parcial o total de uno o de los dos lóbulos de la oreja.
Con un poco de anestesia local en
la base del lóbulo, se realiza una sencilla operación quirúrgica que consiste en reavivar los bordes desgarrados quitando la piel que ha cubierto todo el defecto y suturando
con un hilo muy fino por delante y por detrás. Cuando el desgarro no ha sido completo se puede respetar el puente de piel que queda cerrando el orificio.
En la misma intervención
se puede dejar ya la guia para el nuevo orificio del pendiente (una seda fina).
La operación dura unos
10-15 minutos por lóbulo y suele dar poco dolor postoperatorio. A las 24 horas se puede retirar el vendaje y dejar al aire la herida. No
importa lavar la cabeza a las 24-48 horas.
A los 10 días se pueden retirar los puntos y en 15-20 días se puede dejar ya un nuevo pendiente.